Programa Nacional de Proyectos de Investigación Fundamental

Catalogación y estudio de las traducciones de los franciscanos españoles
Textos audiovisuales y traducciones

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LOS FRANCISCANOS EN EL SÉPTIMO ARTE

Ana Mª Mallo Lapuerta (Universidad de Valladolid)

Desde los inicios del cine, muchas son las películas que se han dedicado a la figura de San Francisco de Asís y a la temática franciscana. Del mismo modo, hemos podido constatar la participación de franciscanos en el séptimo arte, bien como asesores o incluso como actores.

La primera película sobre San Francisco fue realizada en 1911 por el director Enrico Guazzoni (Roma, 1876-1949), el mismo director que llevó al cine la novela Quo Vadis? en 1912. Con el título original de San Francesco il poverello d'Assisi el filme se rodó en 35 mm y en blanco y negro, en plena época del cine mudo.

Se estrenó en España en diciembre de 1911 bajo el título El pobrecillo de Asís. Meses más tarde se estrenó en Alemania y en el Reino Unido. Se presentó por primera vez en la Exposición Internacional de Turín, causando una gran expectación ante el público. El actor que interpretó a San Francisco, Emilio Ghione, tuvo una interpretación estelar, antes se había preparado el papel por medio de lecturas complejas, según el propio director, y “rapándose el pelo”, para que la semejanza fuera mayor. Los rasgos físicos del actor, facciones hundidas, delgadez, símbolo de pobreza material y sencillez, y la profunda mirada de ojos negros, responden a la intención de mantener y transmitir la unión entre el personaje laico y el religioso. El papel de Santa Clara lo interpretó la actriz Fernanda Negri Pouget.

Según las palabras de Enrico Guazzoni a la revista Film, en 1941, quería rodar la película en Asís, lo que levantó la polémica entre los productores acostumbrados a rodar “en casa”. Tras conseguir los permisos necesarios, el director se desplazó a la ciudad que vió nacer al “Pobrecillo” y comenzaron el rodaje. Cabe destacar que está localizada en los lugares donde vivió el propio San Francisco.

La finalidad que tenía el cine en aquella época era didáctica, es decir, estaba dirigido a la clase popular, que generalmente no sabía leer, por lo que se pretendía evangelizar por medio de imágenes. Así, en muchas ocasiones las películas se proyectaban en las iglesias.

Se sabe de la existencia de otras dos películas sobre San Francisco pertenecientes a la época del cine mudo, The Vision Beautiful, realizada por Selig en 1912, americana, y El Heraldo del gran Rey, película alemana producida por Trasatlantic y que se distribuyó en Italia en 1922. Ambas películas están extraviadas.

No podemos dejar de mencionar en este recorrido por los comienzos del cine franciscano el importante proyecto al que hace referencia el historiador de cine italiano Aldo Bernardini del poeta Guido Gozzano, que en 1913 comienza a trabajar en un film con guión adaptado de Florecillas, música de Giocondo Fino, y cuyo título La vita di san Francesco di Assisi, financiado por la Iglesia y que contaba con el respaldo económico de otras entidades pero que, finalmente, no vio la luz.

Siguiendo por orden cronológico, encontramos otra interesante obra sobre San Francisco de Asís, Hermano Sol (Frate Sole) de Ugo Falena y Mario Corsi, 1918. El formato sigue siendo en blanco y negro. Pocos años después de Il poverello di Assisi, se realiza por Tespi Film de Roma esta nueva película que aborda la vida de San Francisco. Se rueda en exteriores en Asís, Perugia y se estrenó en Roma en 1918. Según Enzo Nata en un artículo publicado referente a las crónicas de la época, la película tuvo un gran éxito, al igual que su música, porque a pesar de que pertenece a la época del cine mudo se agregó una excepcional “banda sonora”.

De este film destaca la atención puesta en el vestuario, decorados y ambientación escenográfica armonizados con el rodaje en exteriores. Como nota negativa y en contraposición a la obra de Guazzoni, podemos señalar la pésima actuación del actor Uberto Palmarini, en el papel de San Francisco, a cuyo personaje le faltaba credibilidad, lo que pudo ser un motivo de fracaso de la obra, tal y como recogen las críticas de la época.

En 1927, se produce una nueva película italiana, muda y en blanco y negro, muy aplaudida entre la crítica y el público, Fray Francisco (Frate Francesco). El director, Giulio Antamoro, con gran experiencia en cine religioso, estuvo asesorado por el danés Jörgensen, cuya biografía de San Francisco estaba basada en Florecillas. La colaboración de Aldo de Benedetti y Carlo Zangarini, expertos en escenografía, hizo que todos los detalles históricos estuvieran ambientados de forma inexorable. Los rasgos físicos característicos de San Francisco: complexión delicada y no muy alto, rostro alargado, tez morena, ojos negros con mirada cándida, barba rala, brazos cortos y dedos largos, y su voz dulce y serena, los transmite el actor Alberto Pasquali de manera fiel, transmitiendo asimismo la sencillez de San Francisco de manera fehaciente.

Considerada como una de las mejores películas sobre “il Poverello”, la copia que se conserva no contiene la película completa, aunque los fragmentos que se mantienen corroboran la buena crítica.

En 1944, el director mexicano Alberto Gout dirigió la primera película sobre la vida de San Francisco ya en la época del cine sonoro bajo el título San Francisco de Asís. Debido a la falta de experiencia del director, esta producción fue, en todos los sentidos, una decepción.

Roberto Rosellini dirigió en 1950 el film italiano Francisco juglar de Dios (Frencesco giullare di Dio), transmitiendo de manera excepcional el mensaje franciscano del triunfo de la sencillez y del amor por medio de anécdotas vividas en los diferentes episodios que lo componen. Rosellini fue uno de los directores más importantes del neorrealismo italiano, movimiento que se desarrolló alrededor de un círculo de críticos cinematográficos que se agrupaban en torno a la revista Cinema y que trataba de plasmar en su cine la desesperanzadora situación económica y moral existente tras la guerra y de los sentimientos de desilusión, pesimismo, impotencia, etc., presentes en las vidas de sus protagonistas. Las películas se rodaban en exteriores, ya que los estudios Cinecittà, centro de la producción cinematográfica italiana, estaban ocupados por personas que habían sido desalojadas a causa de la guerra.

Francisco juglar de Dios, es una serie de once capítulos extraidos de las Florecillas y Vida de fray Junípero, con una duración de 75 minutos. Los títulos de cada episodio son muy significativos: Rivotorto ocupado por un asno; La nueva casita de fray Junípero; Oración de Francisco y llegada de Juan el Simple; Elogio del hermano fuego; Admirable cena con la hermana Clara; Francisco besa al leproso; Un almuerzo para quince días; Caridad de fray Junípero; Nueva y terrible aventura del ingénuo Junípero; Dónde está la perfecta alegría; Muchos son los caminos del Señor.

Como ocurre en el neorrealismo, la mayoría de los actores que intervinieron en la película no eran actores profesionales, excepto el actor Aldo Fabrizi, sino que los personajes eran interpretados por frailes franciscanos, incluido el protagonista San Francisco, interpretado por fray Nazario Gerardi. Participó también Monseñor Antonio Forte, que luego fue obispo y en aquel momento era un fraile menor. En una entrevista realizada años después a Monseñor Antonio Forte sobre su experiencia en el rodaje de esta película, destaca su alusión a la “franciscanidad” de Rosellini, quien sentía un admirable devoción por San Francisco, como señala Enzo Nata en su publicación "S. Francesco Patrono d'Italia", 1999. Así, el resultado cinematográfico transmite fielmente la lección de fraternidad universal, solidaridad, amor y, en definitiva, el mensaje evangélico, no olvidemos que el cine era, y sigue siendo, un instrumento de divulgación.

Este largometraje está catalogado por la crítica como una de las mejores películas religiosas mejor realizada.

Basado en el cuento de Paul Gallico El pequeño milagro (The small miracle), el director Maurice Cloche, oscarizado en 1947 por otro film de inspiración católica, (Monsieur Vincent, 1947), lleva a la pantalla Peppino y Violetta (Peppino e Violetta), 1950. Premiada por la Academia Británica de la Artes Cinematográficas y de la TV, BAFTA, como mejor película del año, cuenta la historia de un niño abandonado, Peppino, que vive en Asís y su familia son el párroco de San Lorenzo, un tutor americano y su burra Violetta, que con su trabajo, le proporciona a Peppino lo necesario para sobrevivir. Al enfermar Violetta, el niño la lleva a la tumba de San Francisco para pedirle que la cure, pero el superior de los franciscanos no le deja acceder a la cripta, ya que Violetta no tiene espacio suficiente. Peppino, no conforme con la respuesta, decide ir hasta Roma para pedirle al Papa que se derribe la pared que le impide el paso a Violetta. Llega al Vaticano y solo le escucha un sacerdorte conmovido por el ramo de flores y la tarjeta que le ofrece Peppino para el Papa. Peppino y Violetta, una coproducción anglo-italiana, fue la primera película comercial que se grabó en la Tumba de San Francisco y en el Vaticano. La película cautivó al público de la época y hay que hacer una mención especial a la banda sonora del compositor italiano de cine Nino Rota, quien recibió un Oscar a la Mejor Banda Sonora Original por El padrino II, 1974.

En 1954 se estrena con un éxito imperecedero la gran producción ítalo-española Marcelino, Pan y Vino, una adaptación del director húngaro Ladislao Vadja. Recibió el Oso de Plata de Berlín, muy aplaudida y mención especial en el festival de Cannes, premiada por el Sindicato Nacional del Espectáculo en España, etc. El argumento de esta cinta se basa en el cuento homónimo de José Mª Sánchez Silva. Unos frailes recogen y crían con ellos a un niño abandonado, Marcelino, que, sin darse cuenta, va a estar toda su vida en el centro de las desavenencias del alcalde con los frailes, pues quiere expropiarles el terreno del convento. Por su parte, Marcelino, que echa de menos un compañero de juegos y una madre, establece una especial amistad con el Cristo que se halla oculto en el misterioso desván del convento y con el que comparte la comida que los monjes preparan: pan y vino.

Esta película contaba con un reparto de los mejores actores del cine español de la época, entre ellos, Antonio Ferrandis, Juanjo Menéndez, Fernando Rey, y el niño que interpreta a Macelino, Pablito Calvo, al que dobla la voz una de las más célebres actrices de doblaje, Matilde Vilariño. A partir de este film, comenzaron a surgir las películas protagonizadas por niños, las populares estrellas del cine español. Las localizaciones de esta película se encuentran en La Alberca (Salamanca) y en la Ermita del Cristo del Caloco (El Espinar, Segovia), construida en el siglo XVI sobre un antiguo templo románico. Destaca la composición musical de Pablo Sorozábal, uno de los compositores españoles más destacados de la época, es el famoso autor de algunas de las más importantes zarzuelas del siglo XX.

Hay que hacer una mención especial a la contribución en la película como asesores eclesiásticos de Antonio Garau y del padre franciscano Esteban Ibáñez, conocido por su ardua labor como intelectual arabista, quien también intervino como actor en la película Cielo Negro, 1951 (al final de esta película, la protagonista entra en la iglesia de San Francisco el Grande, se acerca al altar donde tres frailes franciscanos están terminando una misa y cuando ella se postra, uno de los franciscanos se vuelve y da la bendición, se trata del padre Esteban Ibáñez).

Se han realizado versiones posteriores en diferentes formatos como series de TV, dibujos animados, etc., que ha recorrido países como Francia, Bélgica, Alemania, Brasil (1958), Filipinas (1979), Estados Unidos, Grecia, Suecia, Italia. La producción ítalo-española, del director Luigi Comencini, Marcellino, pane e vino, que contaba con actores de la talla de Fernando Fernan Gómez, Alfredo Landa, Nicolò Paolucci, Alberto Cracco, etc., fue estrenada en España en 1991 y un año después en Italia, Argentina y Francia, con un éxito señalable.

Años más tarde, en 2001 se produjo una película de animación basada en el relato de José Mª Sánchez Silva que llegó a verse posteriormente en países como Japón. En esta versión de 26 capítulos, se muestra a un Marcelino que vive en contacto con la naturaleza, rodeado de animales, es decir, una visión más ecologista que en la primera versión, un producto más comercial.

La fascinación en el cine por el hijo de Pedro de Bernardone era evidente, tanto que Hollywood no pudo obviar ese interés social por la figura de San Francisco, así, en 1961, el director de Casablanca (1942), Michel Curtiz, realiza una película sobre “el Pobrecillo” que produce la 20th Century Fox y protagoniza Bradford Dillman, conocido en España por series como Dinastía o Los Ángeles de Charlie, interpretando a Francisco y Dolores Hart, en el papel de Clara, con el título de Francisco de Asís (Francis of Assisi). Para esta película se utilizó el sistema de filmación Cinemascope, utilizado por primera vez en 1953 en La túnica sagrada, y una destacable fotografía en color DeLuxe (una marca de la fotografía en color utilizado en las películas, especialmente las realizadas por la Twentieth Century-Fox desde finales de 1953), por lo que el vestuario y la escenografía eran espectaculares y aunque técnicamente cumple las expectativas, no se puede decir lo mismo del argumento, de la credibilidad histórica, del tratamiento de los personajes y su proyección; en rasgos generales, se considera un film americanizado, que muestra demasiados lujos, por lo que se sitúa lejos del espíritu franciscano de la sencillez y la humildad. A pesar de todo, a la actriz Dolores Hart , le cambió la vida tras el rodaje de esta película, pues cambió los hábitos del personaje de ficción por unos auténticos franciscanos al ingresar en un convento de Massachussets.

Cotolay (El niño y el lobo), 1965, es una película de producción española, dirigida por José Antonio Nieves, ambientada en el siglo XIII y basada en la leyenda de Cotolay. Trata sobre la fundación del convento de Valdediós, situado en el Camino de Santiago.

La historia narra las aventuras de tres frailes en su peregrinación a Santiago, Francisco de Asís, interpretado por Vicente Parra, Juan de Florencia y Bernardo de Quintavalle.

A principios del siglo XIII, realizan el Camino de Santiago peregrinos de diferentes condiciones sociales: príncipes, nobles, campesinos, etc., con la meta de ganar el Jubileo. Entre ellos, los frailes Francisco de Asís, interpretado por Vicente Parra, Juan de Florencia y Bernardo de Quintavalle oran ante la tumba del Apóstol y reciben de Dios su primera revelación: la Orden Franciscana, pequeña y humilde, tiene que fundar el primer convento en esas tierras. Para llevar a cabo la difícil tarea contarán con la ayuda de un chico, Cotolay, quien les resulta decisivo para su logro.

La tumba de Cotolay se encuentra a la entrada del convento, en ella aparece la inscripción que reza que fue un pobre carbonero que encontró un tesoro gracias al cual se construyó el convento. En realidad se trataba de un rico que ayudó a los frailes contribuyendo económicamente a construir el convento. De la existencia de este personaje da fe su testamento que aún se conserva.

Estrenada en 1966, es la única película sobre San Francisco rodada en España.

En referencia a la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago de Compostela, hay una leyenda que cuenta que, a su paso por Soria, se hospedó en el Monasterio de Nuestra Señora de la Blanca, y que una mañana muy de madrugada salió el Pobrecillo a pasear por la ciudad con un monje, al llegar a las cercanías de lo que hoy conocemos como Alameda de Cervantes, se paró e hizo cinco montoncitos de piedras. Al preguntarle el religioso por el significado de su acción el santo le respondió: “comienzo como puedo la casa del Señor; otros vendrán después y la continuarán”. En ese mismo lugar se encuentra el templo del que fue convento de San Francisco, cuyo origen se remonta al siglo XIII. (Memoria de la Parroquia de San Francisco de Asís de Soria 1971-1996, Soria, Parroquia de San Francisco de Asís, 1996, pp. 22-23)

Como curiosidad, la película de José Antonio Nieves, Cotolay, se proyectó en Soria el 7 de diciembre de 1967 a beneficio de la Campaña de Navidad, lo que marcó el inicio del Cine Lara en Soria. Además, el primer cine que hubo en Soria, en los años 20 (1928), el Cine Ideal, pertenecía al Centro Franciscano, por lo que podemos considerar a los franciscanos precursores de transmitir el séptimo arte en esta ciudad.

Siguiendo con la relación de los franciscanos y el cine en Soria, Fray José de Guadalupe Mojica, antiguo tenor mexicano, actor de Hollywood de prestigio, y fraile franciscano desde 1942, actúa con gran éxito, acompañado por la rondalla del Colegio de los PP. Franciscanos de Soria en el Teatro-Cine Avenida de Soria el 24 de agosto de 1965, presentando su película adaptada de su novela autobiográfica Yo pecador (1959), en la que narra su vida hasta su conversión y entrada en la Orden.

Cabe señalar el hecho de que en la película El Pórtico de la Gloria (1953), producción española dirigida por Rafael J. Salvia, y argumento de Fray José de Guadalupe Mojica, actúa haciendo el papel de él mismo.

Como anécdota, el inolvidable bolero Solamente una vez, fue compuesta y dedicada a él por el famoso músico y compositor mexicano Agustín Lara al saber que se iba a convertir en fraile franciscano.

Siguiendo el recorrido por el cine sobre “el Pobrecillo”, nos encontramos con las obras de la directora de cine italiana, Liliana Cavani, que realizó dos versiones cinematográficas sobre la vida de San Francisco de Asís: Francisco de Asís (Francesco d'Assisi), en 1966, y Francesco, en 1989, con Mickey Rourke.

El primer filme, producido por la RAI, está rodado en dos capítulos con una duración total de 134 minutos. La polémica y agnóstica directora, transmite una visión de San Francisco equivocada, ya que se deja en el tintero algo transcendental, la verdadera vocación espiritual de San Francisco, pretendiendo así desmitificar al personaje. Sin olvidar que estamos en una época espiritualmente agitada para el cristianismo, la directora utiliza al protagonista, San Francisco, para difundir la imagen de un rebelde que lucha contra el poder, las injusticias, el clasismo social, etc., evitando a Francisco místico y religioso, con la finalidad de acercar el personaje a los jóvenes revolucionarios de los sesenta.

Varios años más tarde, Cavani reconoce estar equivocada, mostrando su nuevo proyecto Francesco (1989) y admitiendo la figura espiritual de San Francisco : “En aquel momento veía a San Francisco como un caballero de la justicia que luchaba contra la opresión, en la actualidad me he centrado en su relación con Dios. Francisco busca el contacto con la divinidad y responde a esta pregunta con su vida”.

En esta segunda versión, rodada en inglés, corregida y aumentada, trata la biografía de San Francisco, interpretado por Mickey Rourke, narrada por sus amigos más cercanos, entre ellos Clara, reunidos tras la muerte de Francisco para evocar y redactar las memorias de sus vivencias junto a él que tanto les marcó y encaminó. Desde que era un joven superficial, su paso por la prisión en Perugia, el momento en el que decide ceder sus riquezas a los más necesitados y pasar el resto de sus días en comunión con la naturaleza y practicando la caridad, la reconstrucción de la iglesia de San Damián, el reencuentro con Clara, la aprobación de la Regla por el Papa Inocencio III y el último tramo de la vida de San Francisco, con gran inquietud por el peligro que amenzaba la Orden debido a la intensiva llegada de jóvenes seguidores entusiastas pero más débiles y frágiles que los primeros seguidores. Francisco, se refugia en un monte para rezar y meditar ante Dios, que le responde sellando sus manos, pies y costado con los estigmas, símbolo del amor divino.

La crítica la considera como una película dura y violenta, con un actor protagonista “más atlético que inspirado”. Aunque se puede decir a su favor, que trata la figura de San Francisco sin manipulación alguna, lo que merece “un lugar destacado en la rica filmografía franciscana”.

Una de las películas que más éxito ha tenido es, sin duda, la producción anglo-italiana Hermano Sol, hermana luna (Fratello Sole, sorella Luna), 1972, de Franco Zeffirelli.

La Italia del siglo XII era una sociedad cruel y militarizada, pero el fraile descalzo de Asís, sin duda, tuvo el valor que viene de una fe profunda y fue capaz de superar la opresión de la época. En este película, el director Franco Zeffirelli intenta llevar su visión de este gran hombre a la pantalla. El contemporáneo (1970) ejemplo del movimiento hippie contribuyó en gran medida al estilo en el que se contó la historia. Destaca su partitura musical, utilizando antiguas melodías italianas. La película es visualmente hermosa de una manera que tiende a minimizar la miseria de los tiempos. Mientras que la película comienza, Francisco (interpretado por Graham Faulkner) es hijo de ricos comerciantes, y goza de la vida sin pensar en serio. Cuando la guerra y la enfermedad devastan su barrio, Francisco sufre una transformación que culmina angustiada en su comparecencia ante el obispo local y la eliminación de su ropa, a renunciar a su vida anterior y de la familia para dedicarse a Dios. Conmovido por la pobreza renuncia a todos sus bienes, haciendo caso omiso a los consejos de su padre, y se dedica a reparar la iglesia de San Damián con la ayuda de sus seguidores, entre ellos, su amiga Clara. El momento culminante es el aspecto dramático de Francisco ante el Papa Inocencio III (interpretado por Sir Alec Guinness), para presentar su caso para una orden religiosa independiente a la nueva normativa.

En el doblaje en español realizado en los estudios Voz España de Barcelona, intervinieron las voces cinematográficas españolas más importantes del momento, algunas lo siguen siendo actualmente, como Manuel Cano, Rafael Calvo, Constantino Romero, Pepe Mediavilla, Elsa Fábregas, etc.

El film recibió una nominación al Oscar por la escenografía y premios de fotografía (Cinta de Plata) y de dirección (David de Donatello).

Francesco, es una producción alemana de 1973, de Hanspeter Capaul y Wolfgang Suttner de 90 minutos de duración. No se trata de una reconstrucción histórica de la biografía del santo en forma de narración cinematográfica, sino que es el experimento de una nueva versión. Trata cinco momentos de la vida de San Francisco de Asís trasladado a la vida de hoy, a menudo los hechos históricos son abstractos. Este film alemán se produce para celebrar el 750 aniversario de la muerte del santo, con un apretado presupuesto.

Ya más próximo a la actualidad, el séptimo arte sigue tratando la temática franciscana con gran éxito entre el público, como pudimos comprobar con la película El nombre de la rosa (The name of the rose), 1986. Desde un punto de vista diferente al que hemos encontrado hasta ahora, no tanto social, espiritual, o ecológico, sino desde la perspectiva de la ciencia, este film de intriga dirigido por Jean Jacques Annaud y basado en la novela homónima de Umberto Eco, catedrático en la Universidad de Bolonia, aborda la historia desarrollada en la Edad Media, en 1327 en una abadía situada al norte de Italia, bajo el papado de Juan XXII. El sabio monje franciscano Guillermo de Baskerville, interpretado por el actor Sean Conery, y su discípulo, Adso de Melk, llegan a la abadía benedictina, famosa por su extraordinaria biblioteca con unas normas de aceso muy rígidas. Guillermo es el encargado de organizar una reunión entre los líderes de la orden franciscana y los representantes del Papa para deliberar sobre la supuesta herejía de la pobreza apostólica promovida por una de las ramas de la orden franciscana: los espirituales.

Guillermo y Adso intentan averiguar el misterio que envuelve a la sucesión de sospechosas muertes de monjes de la abadía. Eludiendo las severas normas impuestas por el ciego bibliotecario Jorge de Burgos, quien considera que las muertes siguen el paradigma de un pasaje del Apocalipsis, descubren que el enigma tiene que ver con un libro envenenado que el bibliotecario oculta considerándolo inexistente: el segundo libro de la Poética de Aristóteles. Guillermo, en su intento por esclarecer la incógnita, descubre la laberíntica y asombrosa biblioteca, custodiada por el fanático Jorge de Burgos, quien comienza a ingerir las hojas del libro y en el forcejeo por conseguirlo cae una lámpara que provoca un incendio y la destrucción de la preservada biblioteca. Se manifiesta la visión científica de los franciscanos en la época, su inquietud intelectual y su preocupación por difundirla. De entre los personajes históricos franciscanos que aparecen en la película podemos destacar a Ubertino da Casale, un religioso franciscano, líder de los espirituales de la Toscana y en la película, amigo de Fray Guillermo de Baskerville. Y a Michele de Cesena, de origen italiano que fue general de la orden franciscana y teólogo. Líder de los franciscanos espirituales estaba enfrentado al Papa Juan XXII en la discordia sobre la pobreza evangélica.

Aunque algunos pasajes pueda carecer de rigor histórico, sin duda la adaptación de la novela pretende ser un retrato de la ideología en la Edad Media. El personaje Guillermo de Baskerville es una recreación de uno de los filósofos más polémicos del siglo, Guillermo de Ockham (¿1285-1347?) que tuvo que luchar contra las autoridades eclesiásticas por su libertad de pensamiento y fue acusado de herejía por su interpretación del voto de pobreza, llegó a ser excomulgado. En la interpretación de Sean Conery se logra perfectamente transmitir el fin de la filosofía medieval por una nueva etapa, la sustitución del teocentrismo por el antropocentrismo, un pensamiento que no se construye sobre la autoridad ni sobre la revelación sino sobre los argumentos racionales elaborados a partir de las pruebas obtenidas empíricamente. Toda la ciencia moderna aparece prefigurada en Guillermo de Baskerville y su particular modo de investigar los asesinatos de la abadía. Se aborda de manera magistral el conflicto entre la Iglesia y los franciscanos, que cuestionan la vida opulenta de las altas autoridades eclesiásticas, la intolerancia por la cultura, por el libre pensamiento, por el acceso a la cultura, el libro perdido de Aristóteles, objeto de autoritarismo y por el que se llega incluso a matar.

En 2002, Michele Soavi dirige una mini serie para la televisión italiana titulada Francesco, de unos 190 minutos de duración. Se trata de una biografía de San Francisco de Asís, contada desde que era un niño. En las primeras escenas, aparece jugando con sus amigos, entre ellos, su inseparable amiga Clara. Más tarde se puede ver a un Francisco joven, que descubre a su amiga Clara ayudando a una comunidad de leprosos antes de partir a la guerra desatada entre Asís y Perugia, en la que Francisco acaba siendo prisonero. Comparte celda con un hombre acusado de herejía por traducir los Evangelios al idioma del pueblo y por predicarlos en una plaza pública, recordemos que en aquella época, la única lengua oficial eclesiástica era el latín, por lo que la Misa y los Evangelios solo podían pronunciarse en dicha lengua. A Francisco le confía el hombre sus libros traducidos y así comienza su iluminación espiritual. Un año después, un rico comerciante y padre de Francisco, Pietro de Bernardone, lo rescata de la prisión. Francisco, quiere poner en práctica lo aprendido en el Evangelio por lo que reparte entre los pobres todos sus bienes materiales para ayudarles y decide vivir en la pobreza, con la única necesidad de amar y ayudar al prójimo. Francisco junto a dos amigos de la infancia y Clara comienza a reconstruir un viejo templo, contando cada vez con más adeptos. Consigue la bendición del Papa Inocencio III en 1203 para formar una Orden, la única forma de no ser acusado de hereje, para poder predicar la palabra de Dios y comienza su peregrinación por el mundo, llegando a Tierra Santa. Pasado el tiempo, regresa muy enfermo a Asís, y hacia 1224 comienza a aparecerle la impresión de los estigmas. Por voluntad propia, se le traslada al templo que restauró junto a sus amigos, sus primeros seguidores, la Iglesia de la Porciúncula (Asís), en la que finalmente falleció.

Clara y Francisco (2007), película para televisión italiana dirigida por Fabrizio Costa. Desarrollada en la Italia del siglo XIII, cuenta la historia de amistad de dos jóvenes que dedicaron sus vidas a Dios y a los demás: San Francisco y Santa Clara de Asís. Hijos de la burguesía y la nobleza, respectivamente, renunciaron a sus vidas acomodadas por una vida de sacrificio, humildad y proselitismo.

Como conclusión, y como hemos podido observar en este breve recorrido por el cine franciscano, el fundador de la Orden ha tenido una filmografía muy amplia abordada por productoras, directores y actores de gran relevancia y traducida y adaptada en diferentes países y en la que han participado también, como asesores, actores, documentalistas, etc., franciscanos de todos los tiempos. San Francisco de Asís es una figura extraordinaria cuyo efecto sobre la sociedad ha sido evidente, y para el séptimo arte no podía pasar desapercibido, así, desde sus inicios ha sido una pieza fundamental como canal divulgador del mensaje de San Francisco.

BIBLIOGRAFÍA en línea:

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www.filmaffinity.com

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www.cinematografo.it

Este trabajo se realiza en el marco del Proyecto FFI2008-00719/FILO, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (2009-2011).

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